- La Regencia de Espartero (1840-1843):
El Ministerio-Regencia
4-1- Realizaciones políticas
Durante este
período, el general Espartero, regente y, por lo tanto, jefe del Estado, pero,
también, jefe del Gobierno, aplicó el programa progresista: milicia nacional, régimen
electoral más abierto, la Ley de imprenta más abierta, ayuntamientos elegidos por el pueblo, vuelta
a la desamortización de 1837 que afectaba a los bienes del clero secular,
desaparición del diezmo, un nuevo arancel (que será el primer eslabón del
proteccionismo del XIX español)… pero,
pese a su relativa descentralización (propia de los progresistas) en 1841 se
suprimió la especificidad jurídica de los territorios forales.
En cuanto a la cuestión religiosa, Como
buen progresista, el general Espartero, durante su Ministerio-Regencia, acometió una serie de medidas que
restringieron considerablemente los poderes de la Iglesia.
En primer lugar, procedió a exiliar a todos los obispos y
curas que se resistían a la intromisión del Gobierno en cuestiones eclesiásticas.
El Gobierno progresista trató de controlar a la Iglesia, siguiendo la tradición
de la Constitución de 1812, pese al artículo 11 de la Constitución de 1837,
entonces vigente.
También procedió a cerrar el Tribunal de la Rota, puesto
que significaba la existencia de una legislación separada de la general del
resto de los españoles.
Como consecuencia de todo ello, el papa Gregorio XVI se
opuso a todas estas medidas.
A raíz de la respuesta del papa, el gobierno de Espartero
reaccionó amenazando con separar la Iglesia española de Roma, controlándola, de
una forma similar a lo que hizo Enrique VIII de Inglaterra en el siglo XVI. Así
pues, el ministro de Justicia, José Alonso, presentó ante las Cortes dos
proyectos de ley con fechas del 31 de julio de 1841 y 20 de enero de 1842, por
los que se abolía la jurisdicción eclesiástica y se rompían relaciones con la
Santa Sede, pero no se llegó a nada.
4-2- Los Sucesos de Barcelona
En 1842 el Estado pidió un empréstito para resolver
sus problemas financieros. Sin embargo, para conseguir este empréstito, tuvo
que llegar a un acuerdo librecambista con Gran Bretaña. Este acuerdo
perjudicaba las industrias textiles barcelonesas, que preferían un régimen más
proteccionista.
Ya había habido anteriormente una serie de problemas
en la ciudad, pero en los años cuarenta se sumaron el paro, que era muy alto,
los salarios, muy bajos y las condiciones de trabajo de los obreros, ya de por
sí bastante duras.
A todo esto, los obreros barceloneses se movilizaron
contra los consumos, unos impuestos indirectos que gravaban el consumo
de determinados productos básicos.
Como resultado, Barcelona se sublevó y el
movimiento incluso derivó hacia un cierto republicanismo. El general Espartero
lo resolvió bombardeando la ciudad.
4-3- Final de la Regencia de Espartero
En 1843, el progresismo estaba dividido entre los
opuestos a Espartero, la facción civil
de su partido y sus partidarios, también conocidos como los ayacuchos. La
actitud del jefe de Gobierno era claramente autoritaria y el clima político se
estaba enrareciendo. En este momento, además, Espartero cambió varias veces de
ministros dentro de su gobierno.
Como consecuencia, varios miembros de su partido como
Joaquín María López y el Partido Moderado conspiraron contra él. El general
Narváez, miembro de los moderados, se sublevó y le derrotó en Torrejón de
Ardoz, exiliándole en Gran
Bretaña. Era el fin de la Regencia de este general progresista. Joaquín Mª
López, el civil progresista que había ayudado a derrocarlo, fue el encargado de
formar y presidir el nuevo gobierno. Un gobierno durante el cual se iban a
desarrollar medidas que iban a anticipar el carácter del nuevo período.
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