Tras la Revolución Rusa de 1917 y la división del movimiento obrero entre los socioaldemócratas, más transaccionistas con los sistemas democrático burgueses, porque aceptaban concurrir a las elecciones con las reglas de juego burguesas, y la izquierda comunista, dirigida por el Partido Bolchevique, los comunistas habían atacado con fiereza a los socialistas socialdemócratas. Sin embargo, con el ascenso al poder del NSDAP en Alemania en 1933 la Internacional Comunista o "Komintern" decidió cambiar de estrategia, y propuso a los partidos comunistas que dependían de ella pactar con los socialistas en un amplio frente unido de toda la izquierda contra las derechas que se estaban "fascistizando".
Esta gran alianza serían los llamados "frentes populares". Un ejemplo de ello fue el francés, y, posteriormente, el español.
En España, tras la segunda disolución ANTICIPADA de las Cortes por el presidente de la República, y dentro de una fuerte polémica por las elecciones de 1936, ganó el Frente Popular, pero con un estrecho margen de votos.Ahora bien, el sistema español, que premiaba a las mayorías, hizo que esta diferencia se tradujese en las Cortes en un gran número de diputados. Por ello, las derechas ya no es que chocasen con el Gobierno, sino con el mismo sistema que les había apartado del poder.
El Partido Nacional Republicano de Sánchez Román (derecha republicana), la Unión Republicana de Martínez Barrio y la Izquierda Republicana de Azaña quedaban en la zona más conservadora del Frente. Posteriormente aparecían el PSOE, el PCE, el POUM y el Partido Sindicalista, de derecha a izquierda. No obstante, el gobierno que formaron tenía mayoría de centro, con lo que sus medidas, en principio, iban a ser las mismas que las medidas del primer bienio: amnistía para los delitos políticos posteriores a noviembre de 1933 (cuando ganó la CEDA), recuperación de la legislación agraria del primer bienio (Ley de Bases de 1935 y derogación de la Ley de Rectificación Agraria de 1935, Ley de Términos Municipales, Ley de Contratos de Cultivo de la generalitat...)
Nada más conocerse el resultado de las elecciones, algunos miembros del Ejército trataron de dar un golpe de Estado el 17-18 de febrero de ese año, que fracasó.
Con la victoria de Frente Popular se declaró la amnistía a presos condenados por la Revolución de 1934, y muchos obreros, en las celebraciones por el resultado, cometieron desmanes que, según las derechas, no fueron convenientemente respondidos por el Gobierno.
Seguidamente se readmitieron los obreros y trabajadores expulsados por motivos políticos, y se repuso la abolida Generalitat de Catalunya. Además, en esa región autónoma se empezaron a aplicar la Llei de Contractes de Conreu que se había ilegalizado en el segundo bienio y se repuso, en toda su dimensión, la Ley de Reforma Agraria de 1932. Sin embargo, las masas campesinas, hartas de la lentitud de las medidas republicanas de centro-izquierda de 1931-1933, decidieron ocupar las tierras que no estaban cultivadas, sin esperar a que los técnicos del IRA decidiesen sobre la expropiación o no. El Gobierno, ante estas ocupaciones, reaccionó legalizándolas, con lo que los propietarios aumentaban su deseo de eliminar un sistema que no sólo les apartaba del poder, sino que estaba incumpliendo los preceptos constitucionales de respeto prioritario de la propiedad privada a no ser que se debiera expropiar por utilidad pública.
Otro punto complejo fue la destitución del presidente de la República por las nuevas Cortes, que eligieron como nuevo jefe de Estado a Manuel Azaña, de Izquierda Republicana.
Como respuesta a todas estas medidas, la derecha empezó a organizar un golpe de Estado, y la crispación social y política, incluso en las Cortes, entre los diputados, fue extrema.
La tensión fue agravándose hasta que en julio de 1936 fueron asesinados el teniente de la Guardia de Asalto, Castillo, y uno de los líderes de la oposición, José Calvo Sotelo. El golpe se adelantó para el 17-18 de julio de 1936, pero fracasó. El resto...
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