Como sabemos, una de las características del liberalismo conservador, además de un importante presencia social y cultural de la Iglesia, y una intervención de la Monarquía en política, es el recorte en las libertades públicas y los derechos individuales.
Entre las libertades públicas destacan la libertad de expresión en general, y, por lo que respecta al ámbito de la enseñanza, la libertad de cátedra, que es la libre capacidad del docente de exponer un tema, o un currículo, en función de sus coordenadas mentales, intelectuales e incluso ideológicas (aunque sobre este último punto deberíamos establecer ciertos matices).
Como sabemos, y hemos leído en el Manifiesto de Sandhurst, en 1875 la dinastía de los Borbón, junto con el sistema político liberal-conservador que la caracterizaba, se restauraron en España. Y, uno de los elementos más importantes fue el recorte de la libertad de cátedra, que tuvo lugar a raíz del "decreto de Orovio".
Esta medida fue un decreto del entonces ministro de Fomento, don Manuel de Orovio, según el cual todo catedrático que, en el ejercicio de sus funciones dictases sus lecciones afirmando ideas contrarias o diferentes a la Monarquía o a las enseñanzas de la Iglesia, perdería su cátedra.
Como efecto fulminante de esta medida, varios catedráticos perdieron sus cátedras, pero no por ello renunciaron a la docencia. Así, y en virtud de lo que permitía la Ley Moyano de 1857, decidieron emprender una empresa, la Institución Libre de Enseñanza. Se trató ésta de una institución que proveía de unos estudios sin el dogmatismo de métodos y currículo decididos por la Administración, pero, en última instancia, los estudiantes debían "validar" o "convalidar" sus estudios en Madrid, en la Universidad Central.
A nivel filosófico, los "institucionistas" o profesores que se embarcaron en el proyecto, se basaron en el "krausismo", que había sido la base filosófica que inspiró la "revolución Gloriosa" de 1868.
En 1876, Laureano Figuerola, primer presidente de la Institución, inauguró la Asociación de la Institución Libre de Enseñanza y junto con un grupo de catedráticos como Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate o Nicolás Salmerón, que eran los que habían sido separados de la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a cualquier dogma oficial en materia religiosa, política o moral.
Esta Institución se inició con la idea de preparar a los alumnos para la obtención libre de un título universitario, pero, con el tiempo, su actividad se extendió a la enseñanza media y a las primeras letras.
Aquí vemos un ejemplo de cómo se enseñaba, metodológicamente, en la ILE
Y, para el que quera saber más, este video, que he encontrado en https://www.youtube.com/watch?v=RmkaFDvWc1c, y en el que aparece una conferencia más que interesante
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