Estas imágenes de la Semana Trágica de 1909 muestran algunas de las consecuencias de los hechos acaecidos en la Barcelona de la época. En este caso, se trata de unas momias que fueron extraídas de los sepulcros de algunos conventos. Los revolucionario las expusieron al público. Como es evidente, gran parte de las iras de las clases trabajadoras se centraron en la Iglesia como representante del orden establecido, que les mantenía en una situación de pauperización.
domingo, 3 de febrero de 2008
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3 comentarios:
¡Hola Pedro! En primer lugar decir que las imágenes expuestas más arriba resultan sobrecogedoras, pero la verdad es que eso de la Semana Trágica llama mucho la atención. Me gustaría saber algo más de ella ya que por el momento sólo se, además de la fecha, qué ocurrió al revolucionarse el pueblo contra la burguesía. Lo que no entiendo muy bien es por qué la toman con la iglesia y exponen las momias. Si haces el favor de contestar en el blog mismo lo agradecería porque hasta el lunes (día del examen) no tengo clase contigo ya que me voy a Madrid en la asignatura de historia del arte.
GrAcIaS!
_Utopía_
P.D: He visto las demás imágenes también y tengo otra duda. Mi problema es que no me acuerdo de qué dijiste sobre los caciques en Madrid, ¿habían, o simplemente ahí estaba el gobierno central? Supongo que será lo segundo porque me suena más de haberlo visto en clase, pero bueno, por si acaso.
Hola, perdona que no haya respondido antes a tu comentario. Sobre lo que planteas, recordemos que, en este caso, muy bien podemos aplicar la distinción entre causas estructurales y coyunturales. Entre las primeras, recordemos cómo está organizada la sociedad en la España del XIX y de principios del XX. Si bien es cierto que la estructura de la población por sectores de actividad, y la organización social empiezan a mostrar un cierto incremento de las clases obreras, y por ello un cierto abandono del campo, en esencia la polarización social era muy acusada. Por ello, las tensiones sociales eran muy fuertes, pese a que la legislación gubernamental, con el cambio de siglo, había experimentado un cierto aumento de la sensibilidad hacia el problema obrero (el Instituto de Reformas Sociales, la creación del Ministerio de Instrucción Pública, las leyes que legalizaban la huielga, etc.). Además, el servicio militar, en virtud de la redención en metálico, y debido a que la legislación producto de unas cámaras que comparten la soberanía con la Corona, y que además están formadas por los grandes intereses burgueses y empresariales de la época, como es obvio descansaba en las clases menos pudientes, aquellas que no podían hacer oir su voz, pese al sufragio universal. En este contexto de desigualdad y de injusticia social, la Iglesia legitimaba la organización de la sociedad, justificándola como deseo de la divinidad (pese a la aparición de la doctrina social de la Iglasia a través de Papas como León XIII).
En este momento, estalla el problema del Marruecos español, y el desastre del Barranco del Lobo, en el Monte Gurugú. Por ello, se necesitaban soldados. Ante esta necesidad, las autoridades no podían recurrir a una movilización de personas que, en virtud de la redención en metálico antes citada, estaban exentas de cumplir el servicio militar obligatorio. Por ello se recurrió a movilizar a los reservistas, esto es, a hombres que ya habían cumplido con el servicio hacía tiempo, y que ya tenían sus vidas hechas. Por ello, muchos de ellos tenían familia. Y las autoridades les movilizaron. Además, en cuanto se supo lo que había pasado en el Barranco del Lobo, aún hubo más tensión ante la movilización. Esta tensión estalló cuando, en el puerto de Barcelona, las damas de la alta sociedad barcelonesa acudieron para pedir por los soldados que marchaban a Marruecos, y les ofrecieron escapularios. Ante esta actitud tan poco solidaria, cuando los hijos y maridos de estas damas estaban exentos de ir a la guerra, las masas populares, enardecidas por los anarquistas, socialistas y republicanos radicales, emprendieron una huelga. Esta huelga se desmadró y acabó en una serie de hechos violentos que, aunque no se cobraron muchas vidas, sí provocaron los destrozos que aparecen en las fotografías. Hay que tener en cuenta que la Iglesia legitimaba la estructuración social, y representaba los intereses de una clase burguesa que se libraba del servicio militar y que explotaba diariamente a los trabajadores. Evidentemente, era mucho más complicado atacar al otro pilar del sistema, el Ejército, que sí se podía defender y que de hecho disponía de la fuerza, pero la Iglasia estaba más indefensa.
De todas formas, esto lo desarrolaremos más en clase o cuando queráis que resolvamos más dudas.
Muchas gracias por la respuesta. La leí mucho antes pero no tuve ocasión de dejar un mensaje.
La verdad es que desde lo leí me quedó más claro el problema de la Semana Trágica. De todas formas no ha salido en el examen, pero siempre es bueno saber más. Hablando del examen, gracias por la ayudita que nos has hechado porque yo no había caído en algunas cosas. Pienso que este me ha salido mejor que otros anteriores, pero en fin, es mejor no hablar antes de hora, de todas formas este trimestre me he propuesto subir del 6 que tenía. A ver si es verdad...
Bueno Pedro, nos vemos en clase. Un saludo:
Utopía.
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